Dar mayor importancia a reducir la vulnerabilidad, a través de programas, planes y proyectos que permitan reconocer y restablecer derechos políticos, sociales y económicos. Esto puede incluir a las distintas políticas públicas dirigidas a poblaciones vulnerables, estableciendo con rigor el cumplimiento estricto del plan de acción.
Trabajar para la erradicación y lucha contra la violencia basada en género. Será fundamental establecer rutas acciones que enfrenten estos flagelos y prioricen la atención de las víctimas.
Avanzar en la creación e implementación de un sistema de cuidado como una prioridad de la acción pública, para brindar herramientas que faciliten la incorporación e inserción en el mercado laboral y en el sistema educativo, pero que, además, propenda por la redistribución de los roles en el hogar.
Plantear alternativas para el cierre de las brechas económicas de género a través de la generación de oportunidades de educación y empleo distribuidas de forma equitativa que permitan aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral.