Optimizar la gestión de residuos de la ciudad mediante tecnología, buscando convertirlos en energía y reduciendo así las emisiones contaminantes y gases de efecto invernadero.
Acelerar la acción climática, y en consecuencia, cumplir con los compromisos adquiridos por la ciudad de reducir sus emisiones en un 15% para 2024, 50% para 2030 y alcanzar la carbono neutralidad en 2050